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Las motivaciones e implicaciones en torno al desarrollo de aranceles entre EE. UU. y México 

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Por Samuel Suchowiecky 
CEO – Hilco Global México 

Marzo de 2025

La relación entre Estados Unidos y México está profundamente entrelazada, tanto económica como políticamente. Durante décadas, el comercio entre ambas naciones ha impulsado el crecimiento económico a ambos lados de la frontera, creando una cadena de suministro dinámica e interdependiente. Con el reciente anuncio de nuevos aranceles por parte de EE. UU. a productos mexicanos, han resurgido preocupaciones sobre una posible disrupción económica y tensiones geopolíticas.

Aunque estos aranceles aún no se han implementado en su totalidad, su impacto potencial sobre las industrias, las empresas y los consumidores ya ha sacudido los mercados y ha avivado el debate político y económico. 

El comercio entre Estados Unidos y México ha evolucionado de manera significativa en las últimas décadas. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA), implementado en 1994, desempeñó un papel crucial en el fomento de la integración económica entre ambos países. Bajo el TLCAN, se eliminaron los aranceles sobre la mayoría de los productos, lo que provocó un aumento en el comercio y la inversión transfronteriza.

En 2020, durante la administración del expresidente Trump, el TLCAN fue reemplazado por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), cuyo objetivo fue modernizar las reglas comerciales manteniendo muchos de los beneficios de su predecesor. En su momento, el presidente Trump lo calificó como “el acuerdo comercial más justo, equilibrado y beneficioso que hemos firmado”.

De manera significativa, el T-MEC incluye una cláusula de expiración y dejará de estar vigente si no se renueva hacia finales de 2026. México ha superado a Canadá y China para convertirse en el principal socio comercial de Estados Unidos. Además, el país se ha posicionado como el mayor exportador mundial de autopartes, vehículos, productos electrónicos y como un proveedor clave de bienes duraderos para el mercado estadounidense. 

El comercio codependiente es una realidad inevitable para ambas naciones. La naturaleza interconectada de las cadenas de suministro implica que tanto las empresas como los consumidores en Estados Unidos dependen en gran medida de los bienes producidos en México. Minoristas, fabricantes e industrias como la automotriz confían en las capacidades productivas de México para mantener precios competitivos y operaciones eficientes.

Cuando el gobierno estadounidense anunció sus planes para imponer nuevos aranceles a las importaciones mexicanas, compañías como Target Corporation respondieron de inmediato, anticipando que habría un aumento en los precios. Esta reacción pone en evidencia una realidad: los aranceles, en última instancia, conducen a mayores costos para los consumidores estadounidenses, ya que las empresas tienen pocas alternativas más que trasladar estos incrementos de costos. 

La pregunta ahora es cómo deberían proceder ambas naciones. ¿Debería EE. UU. avanzar con la imposición de aranceles a pesar de las repercusiones económicas? ¿Deberían existir mecanismos establecidos para resolver disputas y mitigar el impacto de los conflictos comerciales? La formulación de políticas en este ámbito suele estar teñida por la retórica política.

Aunque la administración Trump ha anunciado hasta ahora cinco aranceles distintos que podrían afectar a México, estos no se han implementado por completo y es poco probable que se conviertan en un componente permanente del comercio entre ambos países.

De hecho, muchos expertos consideran que el discurso sobre aranceles no solo forma parte conveniente del actual debate político en EE. UU., sino que también está siendo utilizado para fomentar la cooperación del gobierno mexicano en el combate a la inmigración ilegal y a la epidemia de fentanilo, al mismo tiempo que posiciona al gobierno estadounidense para negociar nuevas disposiciones dentro del T-MEC que 1) fortalezcan las reglas de origen y 2) mejoren los mecanismos de resolución de disputas en el tratado, lo cual podría beneficiar significativamente a los inversionistas estadounidenses. 

En Estados Unidos, México es frecuentemente objeto de críticas en el discurso público por temas relacionados con la inmigración, el narcotráfico, la corrupción y la actividad de los cárteles. Por el contrario, México señala que el tráfico de armas desde EE. UU. y la alta demanda de drogas en ese país son factores que alimentan esas mismas redes criminales. A pesar de estas tensiones, la cooperación económica sigue siendo esencial. México no es solo un socio comercial; es un aliado clave para Estados Unidos en materia de comercio global, seguridad y estrategia geopolítica, particularmente en lo que respecta a contrarrestar la competencia económica proveniente de China, Rusia y la Unión Europea. 

Dado que el comercio entre EE. UU. y México es tan vital, la motivación real detrás de estos aranceles propuestos merece un análisis cuidadoso. Aunque algunos sectores, como el acero, el aluminio y la agricultura, podrían justificar medidas de protección, la imposición generalizada de aranceles parece tener menos justificación económica. México, por su parte, no impone aranceles similares a los productos estadounidenses. Por lo tanto, es lógico suponer que el verdadero motor detrás de estas decisiones de política es, con mayor probabilidad, una estrategia más amplia de Estados Unidos para proteger a América del Norte de la influencia económica de China. 

México, por supuesto, ya ha comenzado a imponer aranceles significativamente más altos a las importaciones provenientes de China. Este desarrollo plantea preguntas importantes sobre cómo estas acciones ya están afectando, y afectarán en un futuro cercano, a los bancos y empresas chinas que hasta ahora han invertido fuertemente en México.

Muchas compañías chinas, por ejemplo, han establecido instalaciones de producción en México para aprovechar su cercanía al mercado estadounidense, y las reglas de origen del T-MEC sin duda influirán en estas inversiones. Actualmente, las automotrices chinas representan aproximadamente el 30 % de las ventas de autos nuevos en México. Un aumento en los aranceles a los productos chinos podría interrumpir cadenas de suministro, afectar acuerdos de financiamiento y modificar las estrategias de inversión de estas empresas en el futuro. 

Si bien las tensiones comerciales actuales presentan desafíos, también abren oportunidades para inversionistas mexicanos y estadounidenses. Ante posibles disrupciones en las operaciones de empresas chinas en México, existe espacio para que empresas locales y regionales ocupen ese lugar. La reconfiguración de estas dinámicas comerciales podría derivar en una mayor inversión en manufactura e infraestructura mexicana, en beneficio de ambas economías.

Además, el mercado interno de México está experimentando una transformación significativa. El país atraviesa un cambio demográfico, con el equivalente a un baby boom que está ampliando la base de consumidores. A diferencia de décadas anteriores, cuando México era visto principalmente como una economía orientada a la exportación, su creciente demanda interna lo está posicionando hoy como una potencia emergente en el consumo. Otros factores, como el acceso abundante a recursos naturales, también podrían fortalecer aún más el potencial de crecimiento económico sostenido del país. 

A medida que Estados Unidos se acerca a la implementación de aranceles sobre productos mexicanos y ambos países continúan negociando cambios al T-MEC, es fundamental separar el ruido político de la realidad económica. El sector empresarial y los mercados buscarán tener mayor certidumbre a medida que estas complejas negociaciones evolucionan.

Si bien las consideraciones políticas suelen impulsar las decisiones en materia comercial, las implicaciones de largo plazo deben ser evaluadas cuidadosamente por las empresas del mercado y sus asesores, con el objetivo de garantizar la continuidad de sus operaciones y su éxito.

Los invitamos a ponerse en contacto con nuestro equipo en Hilco Global México para conversar sobre esta situación en evolución y cualquier duda o inquietud que puedan tener respecto a su negocio o a una empresa en su portafolio. Estamos aquí para ayudarles. 

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